jueves, 13 de febrero de 2014

Domingo de Ramos.

Jesús, sobre una burra, y escoltado por cofrades entonando el himno al Dios de Israel presidía una escenificación a la que pusieron el epílogo los jinetes del Apocalipsis y el trono de San Juan Evangelista. En los palcos, la marea de pañuelos se sucedió durante todo el cortejo. La procesion concluye con el paso de la Virgen de la Soledad, imagen titular de la Hermandad de la Curia. Precedida por el estandarte de la Hermandad y los tercios de nazarenos, el trono recorrió la carrera principal arropado por los miembros de la Judicatura, como ya ocurrió en la noche del Sábado de Pasión en la procesión por el casco histórico. La Semana Santa avanza. Se acerca la Pasión de Cristo y en Lorca se aproximan los días más importantes para la ciudad. Por delante restan tres días, previos al Jueves Santo, en el que los bordados, con las exposiciones en las iglesias, adquieren el reconocimiento al que están obligadas todas y cada una de las cofradías. 
Las calles de Lorca se llenan de Blancos que salen a comer trigo, vestidos de Hebreos.


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